SEDENTARISMO Y MALA ALIMENTACIÓN TAMBIÉN LLEVAN AL COLESTEROL Y TRIGLICÉRIDOS ALTOS. ENTÉRATE TODO LO QUE DEBES SABER Y HACER.
Sabemos que el confinamiento, los estudios y/o trabajos virtuales han ocasionado sedentarismo y en algunos casos malos hábitos de alimentación, con el evidente aumento de peso. Los pacientes al regresar a consulta a los centros de salud solicitarán sus análisis de rutina, en especial los que tienen antecedentes de colesterol y/o triglicéridos altos. Lo más probable será que cuando vean sus análisis se den con la ingrata sorpresa de que tienen el colesterol y/o los triglicéridos elevados.
El verdadero término médico es DISLIPIDEMIA; la mayoría lo conoce como hipercolesterolemia o se le dice comúnmente “colesterol alto”. Pero el término dislipidemia es más amplio, envuelve a todas alteraciones del colesterol y triglicéridos en la sangre.
Muchos creen que las dislipidemias dan síntomas. El más común es el mareo. A raíz de un mareo, el paciente se asusta y supone que es el “colesterol”, acude a un laboratorio por análisis de perfil lipídico, pero resulta que habitualmente las dislipidemias no dan síntomas. Se cree que producen mareos o dolor de cabeza, pero no es frecuente, sin embargo, los niveles altos de colesterol, especialmente el LDL y triglicéridos, van obstruyendo poco a poco las arterias, desde las carótidas, el corazón, el cerebro, etc.
LOS SÍNTOMAS
Por ese motivo es que el paciente puede presentar síntomas de obstrucción cardiovascular, pero esto NO ES FRECUENTE. En lo que a colesterol se refiere, es importante saber que el colesterol se divide en unas fracciones, que tienen una importancia médica. Las fracciones de colesterol más importantes son el HDL (siglas en inglés High Density Lipoproteins) o el LDL (siglas en inglés Low Density Lipoproteins), quizá muchos no sepan qué significa esto, pero son las fracciones de colesterol: HDL (“colesterol bueno”) o LDL (“colesterol malo”). Estas tienen un valor importante según sus niveles. Es más, opino que lo más importante es saber los niveles de colesterol “bueno y malo”, además del colesterol total.
EL DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se realiza por medio de un examen de sangre en ayunas, conocido como PERFIL LIPÍDICO, que mide los niveles de colesterol total, LDL, HDL y triglicéridos. El médico debe evaluar al paciente y decidir si amerita tratamiento o no, pero en líneas generales, las dislipidemias son primarias (o endógenas) y son las que el propio cuerpo las produce, son genéticas y poco comunes.
Las secundarias (o exógenas) son las que vinculan a otras enfermedades o condiciones; la más común es la alimenticia, es decir sobrepeso u obesidad, además de diabetes, hipotiroidismo, etc. Un típico caso de dislipidemia secundaria de triglicéridos elevados (a veces más de 400) es en pacientes diabéticos o prediabéticos, y mientras no controlen sus niveles de glucosa, será más difícil normalizar los triglicéridos o colesterol alto por hipotiroidismo no diagnosticado o controlado.
PESO Y DISLIPIDEMIA
Existe una relación entre exceso de peso y dislipidemia, es bastante conocida y difundida. La obesidad se relaciona con el aumento de colesterol LDL, reducción del colesterol HDL, pero lo que más vemos es espcialmente el aumento de triglicéridos. Cada caso es diferente, cada paciente es distinto. Pero si el paciente no tiene antecedentes cardiovasculares importantes, dependiendo de los valores de sus análisis, el tratamiento lo debe indicar un médico especialista. Inicialmente, debe empezar con dieta estricta, mejorar el peso, dependiendo de cada caso.
Hay algunos casos que ameritan medicación según el tipo de dislipidemia, y eso es decisión médica. En cuanto a la dieta, se resume en que es diferente tener colesterol elevado y triglicéridos elevados, si usted tiene el colesterol elevado, debe restringir alimentos “grasosos” como carnes rojas, frituras, vísceras (hígado, mondongo, etc.), mantequilla, etc. (grasas). Si usted tiene triglicéridos elevados, debe evitar harinas, azúcares y licor (harinas).